Ingurgitación patológica durante la lactancia materna

 

Si durante la lactancia materna el pecho manifiesta un dolor importante y está muy duro, la areola se tensa también y el bebé no puede agarrarse bien, con lo que no puede realizar una buena succión.

El descanso es importante. Puede buscar ayuda que se encargue de otras cosas para que la madre se ocupe del bebé y descanse.    También su puede tomar antiinflamatorios consultando con su médico. La mayoría de ellos son compatibles con la lactancia materna y alivian la tensión del pecho.  Para cualquier consulta sobre la compatibilidad de medicamentos con la lactancia materna se puede consultar la página www.e-lactancia.org.

ingurgitaciónCuando el pecho está muy tenso, antes de ofrecérselo al bebé, se puede vaciar un poco de manera que disminuya la tensión en la areola.

Hemos de tener en cuenta que si se deja de dar el pecho a causa de las molestias, la situación puede empeorar. El pecho ha de ser vaciado por el bebé recién nacido ya que si se utiliza en exceso cualquier tipo de extractor o se realiza una extracción manual de forma exagerada, se puede correr el riesgo de llegar a una sobreproducción lo que puede llevar posteriores problemas añadidos durante la lactancia materna.

No es recomendable aplicar frío ya que se contraen los conductos y dificulta la salida de la leche, produciendo más dolor en el pezón por falta de riego sanguíneo en el mismo.

 

Respecto a la cesárea…

 

La oxitocina y la prolactina, hormonas responsables de la producción de leche en la lactancia materna, aumentan rápidamente tras el alumbramiento de la placenta ya que las hormonas del embarazo, disminuyen a partir de ese momento.

Las intervenciones derivadas de una cesárea pueden dificultar la subida de leche, no la cesárea en sí.     Tengamos en cuenta la separación madre-bebé, uno de los factores principales así como la administración de sueros, líquidos y otras manipulaciones que le hagan. También la utilización de tetinas y/o chupetes pueden llevar a una confusión teta-pezón y a dificultades para la lactancia materna.

La anestesia y la analgesia utilizada durante la cesárea hacen que el bebé esté muy adormilado, pues también han pasado a su sangre.

Algunas mujeres pueden sentir que no les ha “subido la leche” al producirse de una forma moderada y suave, sin grandes cambios en los pecho, por lo que las madres no reconocen la subida como tal.

En algunas ocasiones a la madre se le administras medicamente inhibidores de la lactancia. Es interesante preguntar qué medicación se está tomando y en qué forma afecta.

ingurgitaciónEn caso de cirugía mamaria, es interesante saber hasta qué punto están afectados los conductos.

También hay circunstancias en que la madre puede tener una enfermedad no diagnosticada (hipotiroidismo…).  Con el tratamiento oportuno, la lactancia materna puede continuar sin dificultades.

La retención de restos placentarios, también puede dificultar la subida de leche y, por tanto, la lactancia materna.

 

Es de suma importancia que no exista separación temprana entre la madre y el bebé, algo que se ha de dejar muy claro con el equipo que atenderá la cesárea.

 

Se da con mayor frecuencia que la madre no note cambios en los pechos, lo cual aumenta su desconfianza pensando que no está produciendo nada, dejando de administrar el calostro a su bebé y ofreciendo otros líquidos.   La información de que la madre debe de producir leche para su bebé la recibe el hipotálamo. La prolactina y la oxitocina, hormonas encargadas de la producción de leche, ante situación de estrés y menor demanda disminuyen también su producción y se entra en un bucle en el que, finalmente, la leche no se produce en la cantidad necesaria.

 

Imágenes tomadas de Google: Alba Lactancia Materna.  Breastfeeding.cl

 

 

 

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