¿Asesora de lactancia o IBCLC?

Matrona, pediatra, enfermera de pediatría, asesora, consultora, IBCLC… ¿a quién acudir cuando hay dificultades de lactancia?

Quizás has llegado hasta nuestro blog buscando una asesora de lactancia. Sin embargo, como habrás visto, en La Clínica de la Lactancia somos IBCLC – Consultora Certificada Internacionalmente en Lactancia Materna.

En este artículo vamos a explicarte la diferencia entre estos términos.

La denominación “asesora de lactancia materna” surgió hace más de setenta años cuando se juntaron varias madres que daban el pecho, en una época en la que se le daba más importancia a la leche de fórmula que al amamantamiento y se estaba perdiendo la cultura de lactancia. Ellas fueron conscientes del escaso apoyo que recibían las madres lactantes y ellas, a partir de su experiencia personal, se transmitían ánimo y conocimiento las unas a las otras. Fue el nacimiento de La Liga de la Leche y sus grupos de apoyo.

Así, la asesora de lactancia surge y perdura hasta el día de hoy como una mujer que realiza un voluntariado dentro de un grupo de apoyo o asociación. Los requisitos que debe cumplir para serlo dependen de cada grupo, y habitualmente son:

  • Ser madre,
  • Haber lactado durante más de X tiempo*,
  • Haber realizado algún curso de formación reconocido*,
  • Tener experiencia de más de X tiempo* atendiendo a mujeres en los grupos de apoyo
  • Tener determinadas cualidades (empatía, autenticidad, respeto, capacidad de escucha…) y ser rigurosa en la información que se da, que esté basada en la evidencia científica y no en la experiencia propia o en las opiniones personales.

*a determinar por la asociación.

Al ser un voluntariado y no una profesión reconocida, las asesoras de lactancia no pueden cobrar por su atención, que habitualmente se realiza en los horarios de atención del grupo o por teléfono, si es fuera de estas horas.

En función de lo estrictos que sean los criterios, la asesora estará mejor o peor formada, aunque no hay una formación reglada ni unos criterios mínimos. Así, hay quien se autodenomina asesora de lactancia sin más experiencia que la propia o sin más formación que haberse leído algún libro sobre el tema.

El título de asesora es, insisto, una formación para poder ser voluntaria. No se puede cobrar por ello, puesto que el pago supone profesionalización.

¿A quién acudir entonces cuando hay dificultades de lactancia?

Se espera que los pediatras, enfermeras y matronas sean expertos en lactancia. Sin embargo, desafortunadamente no podemos asegurar que sea así, por lo menos aún no la mayoría, ya que en el temario de dichas titulaciones no se incide lo suficiente en esta materia, y queda al libre albedrío de cada uno y a su interés individual el profundizar en el tema y formarse adecuadamente.

La función de asesorar profesionalmente en temas de lactancia es una de las muchas funciones de las matronas, las enfermeras de pediatría, los pediatras e incluso de los ginecólogos. También entraría dentro de sus funciones acudir a domicilio para ayudar a las madres lactantes, aunque desafortunadamente muchos centros no tienen personal con disponibilidad para ello. Vamos, que haría falta mucho más personal formado en lactancia en la atención primaria para dar respuesta a la demanda (o que se ejerza a nivel privado).

Dentro de las funciones de enfermería, y también de la especialización de enfermería pediátrica, está “Promocionar como experta la lactancia materna. Asesorar y apoyar en el inicio y en el mantenimiento, explicar la técnica y actuar ante las dificultades“.  Lo mismo ocurre para las matronas, y los pediatras, donde la lactancia está presente entre sus muchas funciones. Sin embargo, no existe un marco de competencias, no existe una definición de la profesión de asesora, no existe ese trabajo.

¿Y las IBCLC?

Una Consultora Certificada Internacionalmente en Lactancia Materna, o Consultora Acreditada de Lactancia Materna, lo que en inglés se conoce como IBCLC (International Board Certified Lactation Consultant) sí es una profesional experta en lactancia que obtiene el título mediante un examen internacional.

Una IBCLC es una profesional de la salud especializada en el manejo clínico de la lactancia materna. El IBLCE (International Board of Lactation Consultant Examiners) es el organismo internacional independiente encargado de certificar a todas las IBCLCs del mundo.

Las Consultoras Certificados en Lactancia Materna trabajan dentro de unos estándares y de acuerdo a un código ético establecido por el IBLCE y aceptado por las propias Consultoras.

Para obtener la certificación, es necesario acreditar previamente una serie de horas de prácticas, conocimientos de anatomía y fisiología de la lactancia y el crecimiento infantil, y formación específica en Lactancia Materna. Una vez cubiertos estos requisitos previos, es necesaria la superación de un examen teórico, de dificultad universitaria, y la reacreditación cada cinco años, como medio para garantizar la actualización de conocimientos de las Consultoras.


Desde la
Asociación Española de Consultoras AECCLM estamos trabajando para conseguir el reconocimiento como profesión en España, del mismo modo que está reconocido en otros países.

En La Clínica de la Lactancia somos IBCLCs que ejercemos nuestra labor a domicilio para facilitarte la atención.

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Matrona, pediatra, enfermera de pediatría, asesora, consultora, IBCLC… ¿a quién acudir cuando hay dificultades de lactancia?

Quizás has llegado hasta nuestro blog buscando una asesora de lactancia. Sin embargo, como habrás visto, en La Clínica de la Lactancia somos IBCLC – Consultora Certificada Internacionalmente en Lactancia Materna.

En este artículo vamos a explicarte la diferencia entre estos términos.

La denominación “asesora de lactancia materna” surgió hace más de setenta años cuando se juntaron varias madres que daban el pecho, en una época en la que se le daba más importancia a la leche de fórmula que al amamantamiento y se estaba perdiendo la cultura de lactancia. Ellas fueron conscientes del escaso apoyo que recibían las madres lactantes y ellas, a partir de su experiencia personal, se transmitían ánimo y conocimiento las unas a las otras. Fue el nacimiento de La Liga de la Leche y sus grupos de apoyo.

Así, la asesora de lactancia surge y perdura hasta el día de hoy como una mujer que realiza un voluntariado dentro de un grupo de apoyo o asociación. Los requisitos que debe cumplir para serlo dependen de cada grupo, y habitualmente son:

  • Ser madre,
  • Haber lactado durante más de X tiempo*,
  • Haber realizado algún curso de formación reconocido*,
  • Tener experiencia de más de X tiempo* atendiendo a mujeres en los grupos de apoyo
  • Tener determinadas cualidades (empatía, autenticidad, respeto, capacidad de escucha…) y ser rigurosa en la información que se da, que esté basada en la evidencia científica y no en la experiencia propia o en las opiniones personales.

*a determinar por la asociación.

Al ser un voluntariado y no una profesión reconocida, las asesoras de lactancia no pueden cobrar por su atención, que habitualmente se realiza en los horarios de atención del grupo o por teléfono, si es fuera de estas horas.

En función de lo estrictos que sean los criterios, la asesora estará mejor o peor formada, aunque no hay una formación reglada ni unos criterios mínimos. Así, hay quien se autodenomina asesora de lactancia sin más experiencia que la propia o sin más formación que haberse leído algún libro sobre el tema.

El título de asesora es, insisto, una formación para poder ser voluntaria. No se puede cobrar por ello, puesto que el pago supone profesionalización.

¿A quién acudir entonces cuando hay dificultades de lactancia?

Se espera que los pediatras, enfermeras y matronas sean expertos en lactancia. Sin embargo, desafortunadamente no podemos asegurar que sea así, por lo menos aún no la mayoría, ya que en el temario de dichas titulaciones no se incide lo suficiente en esta materia, y queda al libre albedrío de cada uno y a su interés individual el profundizar en el tema y formarse adecuadamente.

La función de asesorar profesionalmente en temas de lactancia es una de las muchas funciones de las matronas, las enfermeras de pediatría, los pediatras e incluso de los ginecólogos. También entraría dentro de sus funciones acudir a domicilio para ayudar a las madres lactantes, aunque desafortunadamente muchos centros no tienen personal con disponibilidad para ello. Vamos, que haría falta mucho más personal formado en lactancia en la atención primaria para dar respuesta a la demanda (o que se ejerza a nivel privado).

Dentro de las funciones de enfermería, y también de la especialización de enfermería pediátrica, está “Promocionar como experta la lactancia materna. Asesorar y apoyar en el inicio y en el mantenimiento, explicar la técnica y actuar ante las dificultades“.  Lo mismo ocurre para las matronas, y los pediatras, donde la lactancia está presente entre sus muchas funciones. Sin embargo, no existe un marco de competencias, no existe una definición de la profesión de asesora, no existe ese trabajo.

¿Y las IBCLC?

Una Consultora Certificada Internacionalmente en Lactancia Materna, o Consultora Acreditada de Lactancia Materna, lo que en inglés se conoce como IBCLC (International Board Certified Lactation Consultant) sí es una profesional experta en lactancia que obtiene el título mediante un examen internacional.

Una IBCLC es una profesional de la salud especializada en el manejo clínico de la lactancia materna. El IBLCE (International Board of Lactation Consultant Examiners) es el organismo internacional independiente encargado de certificar a todas las IBCLCs del mundo.

Las Consultoras Certificados en Lactancia Materna trabajan dentro de unos estándares y de acuerdo a un código ético establecido por el IBLCE y aceptado por las propias Consultoras.

Para obtener la certificación, es necesario acreditar previamente una serie de horas de prácticas, conocimientos de anatomía y fisiología de la lactancia y el crecimiento infantil, y formación específica en Lactancia Materna. Una vez cubiertos estos requisitos previos, es necesaria la superación de un examen teórico, de dificultad universitaria, y la reacreditación cada cinco años, como medio para garantizar la actualización de conocimientos de las Consultoras.


Desde la
Asociación Española de Consultoras AECCLM estamos trabajando para conseguir el reconocimiento como profesión en España, del mismo modo que está reconocido en otros países.

En La Clínica de la Lactancia somos IBCLCs que ejercemos nuestra labor a domicilio para facilitarte la atención.